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viernes, 12 de julio de 2013

El Nombre de Dios

Aunque todos los pueblos anden cada uno en el nombre de su dios, nosotros con todo andaremos en el nombre de Yahweh nuestro Dios eternamente y para siempre (Miqueas 4:5).

Es un mandamiento de Dios que su nombre fuera recordado (Éxodo 3:15), que su nombre no sea usado vanamente (Éxodo 20:7), que no juremos falsamente por su nombre (Levítico 19:12) y que no olvidemos su nombre (Salmo 44:20-21).

El nombre de Dios fue escondido por causa de la rebeldía del pueblo de Israel (Jeremías 44:26), razón por la cual no se menciona ni una sola vez en el Nuevo Pacto, a no ser en el nombre del Mesías y en la palabra Aleluya (aunque la escritura en griego lo distorsiona), ya que este nombre solo sería revelado nuevamente al final de los tiempos juntamente con la salvación de Yahweh (Isaías 52:6).

El nombre Yeshúa corresponde al nombre Yahoshúa abreviado, el cual contiene el nombre de Yahweh (Éxodo 23:21) porque Él es EmanúEl (Dios con nosotros) y su nombre significa Yahweh es salvación, por lo que el nombre de Dios es dado a conocer solamente por medio de Él (Juan 17:26).

Está profetizado que solamente en los últimos tiempos Él devolvería pureza de labios para que invoquemos su verdadero nombre (Sofonías 3:9), cuando Él quitaría los nombres falsos con los que se le ha invocado (Oseas 2:16-17) y daría a conocer su nombre (Jeremías 16:21; Zacarías 14:9b).


Vea aquí una "Reseña histórica de la transformación del nombre Yahweh en Jehovah"






En Éxodo 20 el primer mandamiento es que recordemos el nombre de Él.
En Éxodo 3:15, se menciona que su nombre fuera recordado.
En Levítico 19:12, se menciona no jurar falsamente por su nombre.
En el Salmo 44 verso 20 y 21, se menciona no olvidarse de su nombre.
En el Salmo 20 verso 7, se menciona tener memoria de su nombre.
En Jeremías 23 verso 27, menciona que se olvidaron de su nombre.

Está profetizado que en la madrugada del tercer día, Él devolvería pureza de labios para que invoquemos su verdadero nombre, ver Sofonías 3 verso 9.

Dios quita los nombres falsos con los que se le ha invocado (ver Oseas Cap. 2 verso 16 y 17).

El nombre del padre Eterno se escribe YHWH y se pronuncia IAUE. Por eso decimos HALLELU-YAH (exaltado sea YHWH).